La conversación casi siempre empieza igual. Suena el teléfono o llega un correo con una solicitud directa y, aparentemente, sencilla: «Hola, necesito que me coticen un plan con Google Ads y de redes sociales».

Como gerente comercial o director de una empresa en Chile, esta parece ser la pregunta lógica. Tienes una meta de ventas que cumplir, la presión de generar crecimiento y la necesidad de «estar» en el mundo digital. Pedir una cotización de tácticas específicas se siente como un paso proactivo. Se siente como tomar el control.

Sin embargo, lo que sigue es un ritual predecible y, a menudo, frustrante. Recibes tres o cuatro propuestas que, en esencia, son idénticas. Todas prometen «visibilidad», «engagement» y «tráfico». Todas presentan un listado de entregables: X posts en Instagram, un presupuesto para una campaña en Google, Y horas de gestión. Al final del día, te encuentras con una pila de documentos y una decisión que se basa casi exclusivamente en el precio.

Y es aquí donde surge la verdadera inquietud, la que te quita el sueño: el miedo a elegir una y quemar presupuesto en tácticas que no mueven la aguja de ventas. El miedo a invertir miles de pesos en «actividad» que no se traduce en reuniones calificadas para tu equipo comercial.

Si este escenario te resulta familiar, es porque estás atrapado en el ciclo vicioso de la «asesoría» superficial. La buena noticia es que no es tu culpa. La mala es que seguir este camino es la forma más cara de hacer marketing.

El Espejismo de la «Asesoría de Marketing Digital» Gratuita.

El mercado ha normalizado la idea de que una asesoría de marketing digital debe comenzar con una propuesta gratuita. Las agencias, en su afán por conseguir clientes, compiten por adivinar la solución a tu problema sin haberlo diagnosticado a fondo. Te ofrecen un menú de tácticas esperando que alguna te parezca atractiva.

Este enfoque es fundamentalmente defectuoso por una razón simple: ningún profesional valioso resuelve problemas de negocio complejos de forma gratuita. Un arquitecto no te diseña los planos de tu casa antes de ser contratado. Un médico no te receta una cirugía basándose en una llamada telefónica. ¿Por qué el crecimiento de tu empresa debería tratarse con menos seriedad?

Esta carrera por la propuesta gratuita genera un valor nulo. Las «estrategias» que se presentan son en realidad plantillas genéricas. No consideran las particularidades de tu ciclo de ventas, el costo de adquisición de cliente ideal (CAC), ni el valor de vida del cliente (LTV). Simplemente proponen usar las mismas herramientas que usan todos los demás. El resultado es inevitable: campañas que atraen curiosos en lugar de clientes potenciales, y un retorno de la inversión (ROI) que es, en el mejor de los casos, una incógnita.

Deja de Comprar Tácticas. Invierte en Resultados de Negocio.

Aquí es donde debemos hacer una pausa y cambiar radicalmente la pregunta. La solicitud de «un plan de Google Ads» es un intento de autodiagnóstico. Es tratar el síntoma (baja visibilidad) en lugar de la enfermedad (un sistema de generación de demanda ineficaz).

La pregunta estratégica que deberías hacerte no es sobre tácticas. Es la que surge de la frustración de tu equipo de ventas, la que impacta directamente en tu estado de resultados:

«¿Por qué mi equipo comercial pierde tiempo con leads que no compran?»

Esta pregunta lo cambia todo. Traslada el foco de la «actividad de marketing» al «resultado de negocio». A nadie le pagan por hacer posts en redes sociales; le pagan por cerrar ventas. El verdadero problema a resolver no es la falta de anuncios, sino la falta de un flujo predecible de leads de alto valor que el equipo comercial esté ansioso por contactar.

Cuando te enfocas en esta pregunta, la necesidad de una asesoría de marketing digital se transforma. Ya no buscas un ejecutor de tareas, un «proveedor». Necesitas un socio estratégico que entienda la economía de tu negocio y pueda construir un sistema que resuelva el problema de raíz.

Diagnosticar Antes de Proponer: La Verdadera Asesoría.

Una verdadera asesoría estratégica no comienza con una propuesta; comienza con un diagnóstico profundo y remunerado. Es un proceso consultivo diseñado para desentrañar la complejidad de tu negocio y entregar una claridad absoluta antes de invertir un solo peso en campañas.

¿Qué implica este enfoque?

  1. Inmersión en el Negocio, no en el Marketing: El objetivo es entender tu modelo de ingresos, tu proceso de ventas, los desafíos de tu equipo comercial y el perfil de tus clientes más rentables. Analizamos datos de tu CRM, no solo de Google Analytics.
  2. Identificación del Problema Real: Juntos, validamos si el problema es la cantidad de leads, la calidad de los mismos, el proceso de cualificación, o una combinación de factores. Dejamos de suponer y empezamos a saber.
  3. Desarrollo de una Hoja de Ruta Estratégica: El entregable no es una cotización, es un plan de acción. Un documento que establece: el problema de negocio validado, los objetivos cuantificables (ej: generar 20 Sales Qualified Leads al mes), la estrategia para lograrlo y las métricas para medir el éxito.

Este proceso elimina el riesgo. Al final de un diagnóstico, tienes un plan de valor incalculable que puedes implementar con nosotros o con otro equipo. Es la diferencia entre comprar un billete de lotería (una propuesta gratuita) y comprar un mapa detallado hacia tu destino (un diagnóstico estratégico). La única asesoría de marketing digital que vale la pena es la que está dispuesta a cobrar por su pensamiento, porque confía en el valor que genera.

La Decisión: ¿Proveedor de Tácticas o Socio de Crecimiento?

La próxima vez que sientas la necesidad de «hacer algo en marketing digital», detente. Resiste el impulso de pedir cotizaciones de tácticas.

En su lugar, pregúntate: «¿Estoy buscando a alguien que ejecute tareas o a un experto que resuelva mi problema de generación de ventas?». La primera opción te llenará de propuestas genéricas y resultados inciertos. La segunda te pondrá en el camino de construir un motor de crecimiento predecible y rentable para tu negocio.

La elección no es sobre qué agencia contratar. Es sobre qué tipo de pregunta decides hacer.